Boletín P@x del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra. El número 18, de enero de 2012 está dedicado al análisis de la violencia sexual en los conflictos armados y la importancia de su enunciación en voz alta.
Incluye un repaso de distintos casos a lo largo de la historia tanto en Europa como en Asia y Africa.
La creciente visibilidad del tema de la violencia sexual en los conflictos armados ha ido en paralelo con la persistencia de los estereotipos que son difíciles de rebatir y desmantelar, como los asociaciones con una supuesta visión culturalista, según la cual en ciertos contextos (por ejemplo, las zonas musulmanas), la violación constituye una victimización doble y particularmente degradante.
Las contribuciones reunidas en este número de P@x intentan cuestionar las generalizaciones rápidas y las visiones cargadas de prejuicio de la violencia sexual, por medio de un acercamiento sensible al contexto.
De este modo, las violaciones masivas perpetradas por la armada nazi en Europa Oriental – un tema que no salió a la luz hasta después de 1990-, las violaciones de mujeres alemanas a manos de los militares soviéticos durante el desmantelamiento del III Reich, la violencia sexual sufrida por las mujeres en el contexto de desintegración de Yugoslavia, la violencia israelí contra las mujeres palestinas, así como la violencia sexual que padecieron las mujeres de Timor Oriental y Mozambique, son aquí tratadas dentro de un marco que subraya la permanencia del proceso de victimización de mujeres en escenarios de conflictos armados y también resume, brevemente, las especificidades de cada caso.
Como una contribución a la investigación comparativa, que a pesar de los significativos progresos realizados en la última década sigue muy subdesarrollada, los artículos de este número de P@x llaman la atención sobre el tema de la voz, la capacidad de las mujeres víctimas de violencia para denunciar públicamente el crimen que han sufrido. Estas denuncias sólo son posibles cuando existe una serie de condiciones institucionales mínimas. En contra del consejo de “olvidar el pasado”, que un oficial de alto rango en Timor Oriental dio a una mujer víctima de violencia sexual ahora entrevistada por Teresa Cunha, lo que hace falta es una política de memoria, que efectivamente traspase el sufrimiento individual a menudo largamente silenciado a la conciencia y la responsabilidad públicas. En este marco, los testimonios son un elemento constitutivo del discurso púbico.
Como un acto de representación a través del cual las víctimas alcanzan un estatus de autoría, los testimonios representan el momento más privilegiado para desafiar las condiciones de victimización, permitiendo la reconstrucción de la subjetividad más allá del trauma.