Judiyya: mecanismos tradicionales para la paz
En Darfur, el sistema tradicional de mediación, judiyya, involucra a terceras partes como mediadoras o ajawid (ancianos: en singular ajwadi), que se seleccionan en base a su reputación de sabios y eruditos de las tradiciones. La raíz árabe jwd se traduce como “bueno” y también forma la raíz de palabras como magnánimo o generoso. Para que la judiyya tenga lugar, los ajawid deben ser aceptados por todas las partes involucradas. Tradicionalmente, la judiyya termina cuando se alcanza un acuerdo. Este no necesita abarcar todo, pero debe al menos restablecer algún tipo de armonía a través del pago de una compensación. Para lograrlo, son primordiales las habilidades retóricas de los ajawid para apelar a la sabiduría y el honor de las partes involucradas. El proceso también es político ya que las partes deben soportar la presión para llegar a un acuerdo.
Los ajawid son, según la práctica tradicional, personas mayores bien versadas en tradición comunal y leyes tradicionales. No son, sin embargo, neutrales en el sentido occidental del término. Su rol es ejercer presión sobre las partes que se resisten a llegar a un acuerdo hasta que aceptan las recomendaciones que los ajawid consideran apropiadas.
De este modo, los ajawid actúan como facilitadores, mediadores y árbitros, según sea necesario.
Ali Ali-Dinar, un académico del linaje de los sultanes fur, describe a los ajawid como parte de un sistema tradicional de regulación de los derechos de tierras grupales y fronteras étnicas que no fueron cuestionados hasta hace muy poco. Él apunta: “Las disputas se resolvían en conferencias tradicionales de reconciliación, Mutamarat al-Sulh, cuyo mandato era siempre respetado y honrado. Incluyo cuando el Gobierno estaba involucrado, servían como facilitadoras y no como hostigadoras. La neutralidad del Gobierno contenida en los conflictos étnicos no sólo en Darfur sino también en Kordofan y en el Sur. Durante la actual insurrección armada en Darfur, ha habido numerosas iniciativas apoyadas por el Gobierno y la comunidad para intentar conseguir una solución pacífica, de forma paralela con el diálogo de paz apoyado internacionalmente entre el Gobierno de Sudán y el Movimiento de Liberación de Sudán (SLM) y el Movimiento Justicia e Igualdad (JEM).
Parece cada vez más evidente que el problema de Darfur a gran escala sólo puede ser resuelto a través de la mediación internacional, pero los múltiples conflictos locales que se exacerbaron y surgieron a su abrigo, sólo pueden ser resueltos a través de la mediación local.
Actualmente no existen las condiciones para ello, ya que el gobierno ha mostrado su falta de voluntad para apoyar tales procedimientos de buena fe, o para reforzar sus recomendaciones, refiere el autor.