El genocidio de Darfur
"Ideología del odio en un Estado intermediario".
“(…) El ataque a la aldea Adwa es sólo un ejemplo de los horrores que han estado ocurriendo en Darfur desde 2003. De acuerdo con la Comisión Internacional de Investigación sobre Darfur (ICID), más de 800 aldeas fueron destruidas en Darfur; mientras que la policía sudanesa estima que el número asciende a 2.000. Cerca de 2 millones de personas en Darfur han huido de sus hogares y viven en campamentos. Estas constituyen más de un tercio de la población darfurí. Se estima que han sido asesinados unos 300.000 civiles y que miles de mujeres han sido violadas. Las víctimas pertenecían a las tribus fur, zaghawa y masalit de Darfur. La violencia masiva contra la población civil en Darfur comenzó en febrero de 2003, después de que los rebeldes del Movimiento de Liberación de Sudán (SLM) atacaran la ciudad de al-Fasher. Su ataque era una revuelta contra las décadas de abandono de la región de Darfur por parte del Gobierno central, dirigido por la dictadura militar de Omar al-Bashir. Ante la falta de medios políticos para luchar contra su marginación, los darfuríes tomaron las armas para presionar al Gobierno de Sudán. El Gobierno respondió dirigiendo sus fuerzas militares de forma extrema contra los civiles y creó la milicia janjaweed para combatir al SLM. Aunque los expertos occidentales tienden a representar la respuesta del Gobierno como una mera estrategia de contrainsurgencia, creo que esta explicación es insuficiente (…). Es famosa la declaración de Theodor Adorno de que el barbarismo de Auschwitz creó una obligación a la reflexión. La filosofía posterior a Auschwitz debía enfocarse en la reorganización de los pensamientos y las acciones humanas de modo que previniera la repetición de Auschwitz en el futuro. En mi opinión, el genocidio de Darfur crea un imperativo similar. Y mi análisis conduce a la conclusión de que las crueldades cometidas por el Gobierno de Sudán en Darfur son el fruto amargo de un árbol maléfico: la ideología islamista. Y los métodos que el régimen adoptó en la destrucción de la población darfurí están profundamente arraigados en esa ideología. La ideología islamista se basa no sólo en la interpretación dogmática del Islam, sino más bien en la asunción de que los líderes islamistas son la representación de Dios en la tierra. (…).
Las crueldades de Darfur son el resultado lógico de la ideología islamista, que está dirigida por el odio y la intolerancia y considera que la matanza de niños y la violaciones de jóvenes mujeres está justificada. Occidente no debería tolerar esta ideología de intolerancia y los gobiernos deberían hacer todo lo que puedan para prevenir la repetición de estos crímenes brutales. Debería instalarse un sistema político en Sudán que garantice la protección de los derechos humanos de la población sudanesa en Darfur y cualquier otro sitio. Las presiones al régimen a través de sanciones más duras y el incremento del apoyo a las víctimas de Darfur son medidas esenciales para lograr este objetivo. Pero más aún, Occidente necesita desarrollar una estrategia integral para debilitar el Islam político y promoverla democracia en el mundo islámico, para evitar crímenes similares en el futuro. Si bien está claro que la política de la extrema derecha de convertir en chivos expiatorios a los inmigrantes musulmanes no es la respuesta correcta a la amenaza política del Islam, la izquierda liberal todavía tiene pendiente el desarrollo de una estrategia viable para contrarrestar los elementos inmorales de la ideología islamista. Y hasta entonces, el riesgo de un nuevo Darfur sigue vigente”.
- SSRC- The Darfur Genocide: Ideology of Hatred in a Brokered State