Voces Darfuríes
Opiniones sobre paz, justicia y reconciliación
Darfurian Voices es un proyecto destinado a documentar sistemáticamente las opiniones de las personas darfuríes refugiadas en Chad sobre temas de paz, justicia y reconciliación. El proyecto está estructurado para ser útil a las mediaciones, las partes negociaciones y otros agentes claves.
El proyecto consiste en dos componentes: una encuesta de muestras aleatorias representativa de toda la población darfurí refugiada en los campos al este de Chad y entrevistas en profundidad con líderes tribales, de la sociedad civil y de los grupos rebeldes que también viven en Chad.
En mayo y junio de 2008, se realizaron investigaciones piloto en los campos de Yamena, Abéché y Gaga. Las principales investigaciones se realizaron en cada uno de los 12 campos de darfuríes refugiados en el este de Chad entre abril y julio de 2009. Se entrevistó a un total de 2.152 personas refugiadas. Este informe detalla sus puntos de vista.
La cuestión central de este proyecto pretende responder a la pregunta de cuáles creen las personas darfuríes refugiadas que son las condiciones necesarias para una paz justa en Darfur. Para ello se interrogó a las personas participantes sobre sus opiniones en cuanto a:
• Las causas del conflicto.
• Las negociaciones de paz y los acuerdos pasados para Darfur y Sudán Sur.
• La naturaleza e importancia de la justicia en la obtención de una paz sostenible, con foco específico en el rol de la compensación así como diferentes formas de justicia (por ejemplo, justicia tradicional, justicia penal internacional, etcétera).
• Las posibilidades de reconciliación.
• Los temas relacionados con la tierra.
• Democracia, reparto del poder y elecciones nacionales.
• Qué agentes, si es que alguno, entre los movimientos rebeldes, los líderes tradicionales u otros, representan sus puntos de vista.
Entre abril y julio de 2009, el equipo de investigación de 24 Hours for Darfur entrevistó a 1872 hombres y mujeres civiles adultos en todos los 12 campos de personas darfuríes refugiadas en el este de Chad. También realizaron entrevistas en profundidad con 280 líderes tribales, de la sociedad civil y de los grupos rebeldes. La muestra civil fue elegida al azar, estratificando campos, género y etnia para asegurar una muestra representativa.
Varios grupos étnicos minoritarios fueron sobremuestreados para proporcionar un mayor poder estadístico a la hora de explorar sus opiniones. La mayoría de las personas entrevistadas dejaron Darfur entre 2003 y 2004 y llegaron poco a poco desde las regiones occidentales de Darfur cercanas a la frontera con Chad. Aproximadamente tres cuartas partes dejaron Darfur tras estar expuestos a violencia seria. Un poquito menos de tres cuartos indicaron que al menos una persona integrante de su familia inmediata había muerto como resultado del conflicto.
Condiciones para la Paz
El desarme y la provisión de seguridad fueron las condiciones más citadas para la paz. Después de éstas condiciones se citaron el arresto del Presidente sudanés, Omar al-Bashir, y la unificación de los movimientos rebeldes. Las personas interrogadas también creen que para la paz son importantes la compensación a las víctimas individuales y el desarrollo en Darfur.
Compromiso con la Paz
Más del 90 por ciento de las personas refugiadas dijeron que creen que las Naciones Unidas (ONU), los Estados Unidos de América (USA) y la Unión Europea (UE) están comprometidos con la paz. Cerca del 75 por ciento percibía que el Gobierno de Chad y los líderes tribales no árabes en Darfur estaban comprometidos con la paz también. Pero menos de un cuarto pensaba que la Unión Africana (UA), el Gobierno de Qatar o la Liga Árabe (LA) estuvieran comprometidos con la paz. Virtualmente ninguna persona dijo que el Partido Nacional del Congreso (NCP) o los líderes tribales árabes en Darfur estuvieran comprometidos con la paz.
Más del 85 por ciento de la población, incluyendo unos tres cuartos de cada grupo étnico entrevistado, percibía al Movimiento de Liberación de Sudán (SLM) de Abdel Wahid como bastante o muy comprometido con la paz.
Aproximadamente el 75 por ciento de la población percibía que el Movimiento Justicia e Igualdad (JEM) estaba comprometido con la paz.
En general, las personas entrevistadas no tenían opiniones polarizadas respecto de estos dos movimientos: entre aquellos que percibían al SLM-Wahid como fuertemente comprometido con la paz, el 80 por ciento también pensaba que el JEM estaba algo o muy comprometido. Por el otro lado, entre aquellos que veían al JEM fuertemente comprometido, más del 90 por ciento dijo que el SLM-Wahid estaba algo o muy comprometido con la paz.
Sólo el 20 por ciento de la población dijo que creía que el SLM-Minni Minnawi estaba comprometido con la paz.
Acuerdo de Paz de Darfur (DPA)
Dos tercios de las personas encuestadas habían oído hablar del DPA, aunque menos de un tercio dijo estar familiarizado con el acuerdo en detalle o con sus puntos principales. La amplia mayoría de las personas refugiadas pensaban que el DPA era muy injusto. Citaron principalmente pautas inadecuadas de seguridad y desarme como las principales debilidades, seguidas de la falta de pautas de justicia y de compensación adecuada para las víctimas.
Acuerdo de Paz Global (CPA)
La mayoría de las personas refugiadas que conocían el CPA creían que era un acuerdo justo para la población de Sudán Sur.
Las personas líderes no creían que el acuerdo fuera relevante para la población de Darfur.
Diálogo de paz de Doha
Muy pocos entrevistados pensaban que las negociaciones que se desarrollaban en Doha, Qatar, irían a dar como resultado la paz.
De todos modos, más del 75 por ciento creía que todos los grupos rebeldes debían asistir a este diálogo.
Representatividad en el diálogo de paz
Muy pocas personas refugiadas pensaban que sus intereses habían estado representados en las anteriores negociaciones de paz. El SLM-Wahid, el JEM, líderes tradicionales, líderes de personas desplazadas internas (IDP) y refugiadas, líderes de la sociedad civil y la comunidad internacional fueron mencionados frecuentemente como partes indispensables para negociaciones futuras.
La rebelión en Darfur
Casi todas las personas entrevistadas creían que la rebelión de Darfur estaba justificada. Según la mayoría, la desunión rebelde era el mayor obstáculo para la paz. Los y las líderes refugiados atribuyeron la falta de unidad a los intereses personales y la codicia por parte de líderes rebeldes, la manipulación del Gobierno y la subdivisión de los grupos por tribus.
Responsabilidad por la violencia
Casi todas las personas entrevistadas atribuyeron un grado de responsabilidad por la violencia en Darfur al Gobierno de Sudán y los janjaweed. Sólo el 20 por ciento atribuyó algo de responsabilidad por la violencia a los grupos rebeldes. Cuando se les preguntó a quiénes creían responsables por la violencia, más del 80 por ciento dijo que el Gobierno de Sudán o el Presidente al-Bashir. Casi el 20 por ciento asignó la principal responsabilidad a los janjaweed.
Reconciliación y rendición de cuentas
Más del 75 por ciento de la población creía que era posible la reconciliación entre las tribus de Darfur. Una leve mayoría creía bastante o muy firmemente que era imposible para ex enemigos convivir tras la guerra. Las mujeres tendieron mucho más que los hombres a responder de este modo.
Más de la mitad de las personas encuestadas pensaba que las tribus cuyos miembros habían cometido crímenes en Darfur debían rendir cuentas colectivamente. Aproximadamente un tercio creía que sólo debía exigirse responsabilidad individual a las personas que cometieron crímenes.
Las mujeres también tendieron mucho menos a decir que podrían imaginarse viviendo pacíficamente con miembros de los janjaweed o tribus de las que provienen los janjaweed.
Justicia
Casi todas las personas entrevistadas respondieron que los perpetradores de violencia deberían rendir cuentas en juicios criminales. Más del 90 por ciento de los entrevistados creían que estos juicios deberían realizarse en cortes internacionales. Virtualmente no había apoyo para la amnistía, ni siquiera para los combatientes de bajo rango.
Justicia tradicional
Casi el 90 por ciento de las personas entrevistadas consideraban que los mecanismos de justicia tradicional eran muy importantes para permitir que la gente de Darfur conviviera en paz. Sin embargo, casi nadie creía que estos mecanismos pudieran ser suficientes por sí mismos para lidiar con los crímenes sucedidos durante el presente conflicto. Los y las líderes opinaron mayoritariamente que la razón para ello era que los mecanismos tradicionales no estaban pensados para atender crímenes de esta magnitud o entre individuos. La segunda razón más citada era que estos mecanismos estaban pensados sólo para disputas entre tribus o entre personas y no de tribus o individuos con el Gobierno.
Justicia Penal Internacional
Más del 75 por ciento de las personas refugiadas habían oído hablar de la Corte Penal Internacional (CPI) aunque la mayoría de ellas decían que no sabían mucho sobre qué hace la corte. Virtualmente todas las personas creían que el Presidente al-Bashir debería ser juzgado por la CPI. Es más, en torno al 85 por ciento creía que la búsqueda de la justicia por esta vía no dañaría las perspectivas de paz.
Compensación
Virtualemte todas las personas entrevistadas declararon que las víctimas merecían una compensación por sus pérdidas durante el conflicto. Concordaban fuertemente en que esta compensación debía ser proporcionada directamente a las personas y debería ser monetaria.
También debería compensarse a las comunidades con proyectos de salud y educación.
Tierra y medios de vida
La mayoría de las personas entrevistadas eran granjeras en Darfur y estaban desempleadas en el momento de la encuesta. Casi todos querían regresar a su tierra en Darfur y la mayoría citaba el cese de la violencia como la condición crítica para retornar.
Una minoría estaba a favor de ofrecer o compartir la tierra con las tribus darfuríes sin tierras. Había una creencia masiva de que las tribus que las personas entrevistadas creían que habían ido a Darfur desde otros sitios en busca de tierra debían ser obligadas a irse.
Elecciones
Casi dos tercios de la población sabían que había elecciones previstas en Sudán. Casi nadie creía que estas elecciones fueran a ser justas o fueran a permitir que sus intereses estuvieran representados.
Demografía de las personas entrevistadas
La población entrevistada estaba compuesta por personas adultas darfuríes refugiadas en el este de Chad.
En el momento de comenzar esta encuesta, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, calculaba la población total de personas darfuríes refugiadas en los 12 campos de Chad en 249.744,10.
La muestra recogía las opiniones de 2.152 personas, entre ellas 1872 civiles refugiadas, 250 líderes tribales y civiles residentes en los campos y 30 rebeldes y líderes rebeldes fuera de los campos. Todas las estadísticas de líderes a las que se hace referencia en este estudio, se refieren a las personas líderes entrevistadas dentro de los campos.
Se entrevistó un 51 por ciento de hombres y un 49 por ciento de mujeres. El 73 por ciento de los líderes civiles y tribales eran hombres. Todos los rebeldes y líderes rebeldes entrevistados eran hombres. Las personas entrevistadas eran zaghawa (653), masalit (609), fur (199), misseriya Jebel (103), erenga (102), daja (99), tama (82) y otros (25).
El 79 por ciento de los hombres y el 47 por ciento de las mujeres habían asistido a algún tipo de escuela laica o religiosa. El 14 por ciento de los hombres (el 21 por ciento de los líderes) y el 5 por ciento de las mujeres (el 12 por ciento de las lideresas) habían asistido a la escuela secundaria.
El 47 por ciento había dejado Darfur en 2003 y el 40 por ciento en 2004. En promedio, los hombres partieron un poco antes que las mujeres.
Las personas darfuríes refugiadas en los campos al este de Chad provenían de docenas de grupos étnicos. El informe ofrece información sobre los siete grupos que representan al menos el 1 por ciento de la población refugiada.