La mediación debe ser inclusiva abordar la justicia
Algunos de los conflictos más prolongados en África se caracterizan no sólo por un grupo rebelde enfrentado con un gobierno habitualmente frágil, sino por numerosos grupos rebeldes que compiten entre sí por momentos.
La sesión “Challenges for mediators dealing with rebel groups” dentro del Encuentro de Mediadores Africanos 2009 intentaba explorar los desafíos a los que se enfrentan los mediadores ante los grupos rebledes, observando los casos de Darfur y Uganda, dos ejemplos de procesos de paz que todavía no han tenido éxito, y el caso de Chad, donde no se ha enraizado todavía ningún proceso actual.
Se expuso que se esperaba que la mediación en Darfur – probablemente una de las más difíciles- creara un proceso integral, incluyendo a todos los actores relevantes. En el informe fina se propone: “Este proceso es un desafío formidable, dado el grado de fragmentación entre los diversos grupos rebeldes y la negativa de los miembros fundadores a reconocer las nuevas divisiones y aceptar su lugar en la mesa. Si pudiera acordarse que un grupo central iniciara las conversaciones y luego se agregaran otros (incluso a representantes de las personas desplazadas y la sociedad civil), el proceso podría ganar algo de tracción y sobreponerse al punto muerto actual.
La polémica orden de arresto contra al-Bashir
En cuanto al impacto de la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el Presidente sudanés, Omar Hassan al-Bashir, el 4 de marzo, en la sesión “Indicting for peace-Sudan”, la discusión se centró en la politización de la crisis y en la cuestión de cómo abordar los temas de justicia en los procesos de paz, particularmente desde el punto de vista de la mediación.
Los participantes expresaron una preocupación generalizada de que el proceso contra al-Bashir pudiera poner en peligro y complicar el proceso de paz. Aunque no se cuestionaba el rol de la CPI y su validez en general, se debatía en torno a la oportunidad del momento y la secuencia de las acusaciones. La mayoría estuvo de acuerdo en que el fiscal no había asumido el rol de los diplomáticos o políticos, y que la corte en sí había sido marginada, así como dañada su credibilidad.
Otra preocupación recurrente fue la confusión sobre el rol de la justicia internacional en el contexto de los procesos de paz nacionales, y una falta de información clara y suficiente sobre las opciones políticas disponibles. “El rol y los procedimientos de la CPI, así como las implicancias de una acusación, son ampliamente malinterpretadas por la comunidad internacional, los gobiernos, los rebeldes y otras partes del conflicto”, se dijo. Así como que “se difunden rumores que complican el trabajo de la CPI pero también obstaculizan el proceso de paz en general”. Por ejemplo, se mencionó que el Gobierno sudanés “no parece haber comprendido plenamente las implicaciones de la acusación, creyendo que podría eventualmente rehuir la responsabilidad”.
Entre los participantes, resultó incuestionable que el tema de la justicia debe estar en el corazón de cualquier proceso de paz, y que ya no es posible hacer acuerdo que no lo incluyan; por lo que es crucial que los mediadores sepan y entiendan los principios y procedimientos de la justicia internacional.
Darfur: todo un desafío para la mediación
Los participantes compartieron sus experiencias en sesiones enfocadas en los procesos de paz en Somalia, Sudán, a República Democrática del Congo (RDC), Madagascar y la República Centroafricana; así como de sesiones exploratorias para debatir si los mediadores deberían incluir temas económicos en las charlas, en especial en lo concerniente a recursos naturales.
Otros temas de discusión incluyeron los desafíos de la mediación con la inclusión de grupos rebeldes, con especial atención en los casos de Chad/Darfur y Uganda; el impacto de la justicia internacional en los procesos de paz, deteniéndose en el juicio contra el Presidente sudanés en particular; como lidiar eficazmente con los actores externos en el proceso de paz; el rol de la mediación en la fase post-acuerdo; y una evaluación del rol de la mediación en la prevención y el manejo de conflictos en el despertar de la transferencia de poder por medio de elecciones.
El Encuentro de Mediadores Africanos 2009 estuvo co-organizado por el Centre of Humanitarian Dialogue (HD Centre) y la Mwalimu Nyerere Foundation del 24 al 27 de marzo en Zanzíbar, Tanzania.
Como parte de la serie de foros de Oslo –el esfuerzo del HD Centre y el Gobierno noruego para trabajar por el fortalecimiento de las prácticas de mediación- el African Mediators’ Retreta 2009 fue el segundo evento celebrado en África. Como antes, este encuentro reunió a más de 60 participantes, incluyendo a representantes de las Naciones Unidas (ONU), organizaciones regionales africanas, y gobiernos, así como analistas independientes. Se ofrecía a los participantes una oportunidad para compartir sus experiencias, identificar los desafíos y verse reflejados en las prácticas propias y ajenas en una atmósfera discreta e informal.
Entre los asistentes estaban Salim Ahmed Salim, ex secretario general de la Organización para la Unidad Africana, y ex enviado especial de la UA para el conflicto de Darfur; Andrea Semadeni, enviado especial del Departamento Federal de Asuntos Exteriores del Gobierno suizo para Sudán y el Cuerno de África; Svein Sevje, embajador de Noruega en Sudán; y Endre Stiansen, consejero senior de Sudan Team y ministro de asuntos exteriores de Noruega.