A través de su página web (www.tearfund.org) la organización ha expresado que, tras la suspensión de las actividades, su mayor preocupación es por las personas a las que han estado asistiendo en esta región desde el año 2004.

Durante estos 11 años, la ONG ha proporcionado ayuda a unas 300.000 personas anualmente a través de varias intervenciones como programas de alimentación para niños malnutridos y madres lactantes, la formación de agricultores locales y grupos de mujeres, el suministro de agua potable y de artículos de higiene y del hogar básicos (mosquiteras, jarras, mantas, etc.), la mejora del sistema de producción y saneamiento de los alimentos, la apertura de centros de alimentación (lugares en los que se proporciona ayuda alimentaria a los ciudadanos), además de fomentar la educación de los niños y niñas en un entorno más seguro.

En total, Tearfund asistía a 8.100 niños y dirigía 31 centros de alimentación en distintas zonas de Darfur: 17 en Um Dukhun, la zona central de Jebel Marra y otros en varias localidades del oeste de Jebel Marra. Para el período de 2015/2016, la ONG estimaba proporcionar ayuda a 250.000 desplazados internos y otras personas vulnerables en Darfur.

Tearfund no es el único caso en el que el Gobierno de Sudán, que emplea normas estrictas a todas las organizaciones humanitarias que trabajan en la zona, ha interrumpido la actividad de una ONG. En los últimos 7 años, es decir, desde 2009, las autoridades han suspendido el trabajo de 13 organizaciones que prestaban ayuda a los desplazados en Darfur.