Comité Vasco de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Una visión de África desde las perspectivas de género, paz positiva y comunicación para el cambio social.
Visiones diferentes de la crítica realidad en la región de Darfur (Sudán).
Visiones diferentes de la crítica realidad en el este de la República Democrática del Congo (RDC).
Tras más de una década de conflicto interno, el Gobierno de Jartum y los múltiples grupos opositores siguen sin llegar a un acuerdo efectivo que tenga verdaderas consecuencias positivas en la población. En la miscelánea de las desgracias que afectan a la población, el uso de niños y niñas soldado es otra consecuencia más de los conflictos armados. Hoy, un acuerdo intertribal busca poner fin a esta situación.
Sudán, el país más extenso de África hasta la división del Sur en 2011, ha sido siempre un rompecabezas cultural y religioso donde habitaban más de trescientas comunidades étnicas a principios del siglo XX. De todas ellas Darfur, el territorio del oeste que comparte frontera con Chad, alberga aproximadamente unas noventa, siendo la fur, la masalit y la zaghawa las principales en orden de mayor tamaño. De ahí su significado en árabe, “Hogar de Fur”. Como sultanato desde el siglo XVI, Darfur perdió su título pero no su identidad al ser incorporado a Sudán en 1916 bajo el protectorado anglo-egipcio. Tras la independencia de Sudán en 1956, el país ha padecido dos guerras civiles y quince golpes de Estado, el último (1989) fue perpetrado por Omar al-Bashir, quien dirige el país desde entonces, aunque ahora ratificado en unas elecciones generales. En un intento de introducir la cultura árabe en el país, privilegió a personas árabes en el reparto de cargos públicos en Darfur que, entre otras cosas, dividieron el territorio en tres provincias provocando que la antigua mayoría fur fuera minoría en las tres.
Al igual que sus homólogos del sur, en 2003 los grupos opositores del oeste se rebelaron contra la marginación por parte del Gobierno. Sin embargo, Darfur no llevaba veinte años en guerra como el sur y tampoco poseía las regiones más ricas en petróleo del país, por lo que la posibilidad de un acuerdo con el Gobierno era más complicada. Así pues, y de la misma forma en que al-Bashir se valía de tribus árabes nómadas para asegurar las regiones ricas en petróleo, la intervención de la guerrilla chadiana y de los janjaweed o “jinetes del infierno”, formada por árabes y africanos arabizados de Darfur y Chad, ha sido decisiva en el desarrollo de la guerra. De acuerdo con documentos de diversas ONG y entidades gubernamentales de la comunidad internacional, sus ataques van dirigidos tanto contra los grupos opositores como contra la población civil y campos de personas refugiadas de Chad y Darfur. Además, la reducción de la tierra fértil y la escasez de pastos y cultivos aíslan a la población e impiden el acceso a los recursos alimentarios provocando un exterminio masivo por inanición, a la vez que obstaculizan la acción de las ONG. En este contexto, la Corte Penal Internacional (CPI) volvió a centrar su foco en al-Bashir, añadiendo en 2010 el cargo de genocidio a la previa acusación de crímenes de guerra y lesa humanidad.
A este contexto de tensión y crisis política, desplazamientos forzosos internos y externos, severa inseguridad alimentaria y conflicto armado, se suma la utilización de niños y niñas soldados. Este reclutamiento se refiere a personas menores de 18 años que no sólo participan de forma directa en el combate, sino que también son usadas tanto por grupos armados independientes como por ejércitos estatales a modo de señuelos, mensajeras, espías, cocineras u objetos sexuales. Es difícil establecer cifras definitivas debido a la falta de información documentada y al carácter cambiante del fenómeno; UNICEF estima que existen en torno a 250.000 menores en esta situación. Y un 30% son niñas, las cuales se enfrentan además al trauma de ser violadas, así como a matrimonios y embarazos forzados.
El último informe anual de Naciones Unidas sobre menores y conflictos armados, publicado en mayo de 2014, desvela la existencia de menores soldado en 23 países con situaciones de conflicto, entre los que cabe destacar un aumento de peligro en Afganistán, Siria e Iraq. Las guerras destruyen la vida de millones de niños y niñas, víctimas directas que en muchas ocasiones desconocen los porqués de su desgracia. Pero ¿por qué 51 grupos armados y 8 ejércitos estatales siguen actualmente reclutando a menores? Entre las razones principales se encuentran la mayor rentabilidad y facilidad de mando. Muchas veces se les secuestra y otras se les obliga a presentarse “voluntariamente” por medio de presiones económicas, sociales o por seguridad. Sea cual sea la razón, niñas y niños sufren daños físicos y psicológicos irreparables en la mayoría de los casos.
En Darfur concretamente, la Comisión de Sudán del norte para el Desarme, la Movilización y la Reintegración registró 1.041 menores soldado en Darfur en 2011. Desde entonces se han impulsado varias medidas para poner fin al uso de niños y niñas soldado en enfrentamientos inter e intraétnicos. La última noticia, publicada el 13 de octubre de 2014 por la Fuerza de Paz Conjunta de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Africana (UA) en Darfur, UNAMID, constata un acuerdo intertribal impulsado por el consejero sudanés de Asuntos Interiores, Musa Hilal. Respaldado por los líderes de las tribus abbala, beni hussein, fur, tamma, gimir y awlad janoub, se centra en las localidades nordarfureñas de Kabkabiya, El Sereif, Saraf Umra, Al Waha y Jebel Si. El acuerdo se basa en un plan de concienciación del impacto negativo del uso de menores como soldados. Además, se ha acordado la creación de un comité de seguimiento para identificar a niñas y niños que hayan participado en conflictos pasados para así trabajar con distintas organizaciones en un proceso de rehabilitación y reintegración social a través de la educación y la formación en áreas vocacionales. Con todo, también se espera que la implementación del plan acordado fomente las relaciones intercomunitarias, contribuyendo al cese de los enfrentamientos.
El día 8 de marzo se realizó una marcha en la ciudad de Bilbao conmemorando el Día Internacional de las Mujeres, en el que participó ACNUR Euskal-Batzordea.
Darfur: Unamid acoge con satisfacción la orden del JEM contra los niños y niñas soldado. La Unamid (La Operación híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas para Darfur) ha acogido con satisfacción la renovada orden de mando emitida por el Movimiento de Justicia e Igualdad (MJI, siendo sus siglas en inglés JEM) el pasado 25 de enero de 2017, que prohíbe el reclutamiento y el uso de niños y niñas en sus filas, junto con otras violaciones contra sus derechos.
SUNA
• Foreign Ministry Summons Western Diplomats to Inform about South Sudan Support to Rebels
• Joint Sudan and South Sudan Security Committee Submits Recommendations to Defense Ministers of the two Countries
• Delegation of Burkina Faso acquainted on National Assembly's experience in hosting conferences
Radio Dabanga
• Report: North Darfur gold mine conflicts not inter-tribal; Sudan regime behind them
• Detained women on hunger strike in North Kordofan prison, Sudan
• Attack on Abu Karshola leaves 411 Sudan soldiers dead: rebels