Desafiando al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar acciones inmediatas para proteger a las víctimas en la actual crisis de Darfur, la fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Fatou Bensouda, subrayó hoy que sin pasos concretos para aprehender los acusados de crímenes contra la humanidad, los esfuerzos del mundo para asegurar la justicia en Darfur podrían “caer en la historia como un error indefendible”.
“¿Qué hemos logrado en términos concretos? ¿Hemos colmado las expectativas de las víctimas de Darfur? Tristemente, la respuesta intelectual honesta es un sonoro ‘no’”, dijo Bensouda cuando comenzó su informe al Consejo con un repaso de los casi 10 años desde que se remitiera la situación en Darfur a la corte de La Haya.
Sin encontrar causas para la celebración, especialmente orque no se ha avanzado en el arresto y rendición de una serie de acusados de alto nivel, incluyendo al Presidente sudanés Omar al-Bashir, la fiscal dijo que “la triste realidad es que la acción de este Consejo no ha conseguido lo que más importaba a las víctimas de Darfur”.
Y aunque la CPI pueda haber contribuido significativamente a aumentar la concienciación sobre los crímenes masivos y sistemáticos cometidos en Darfur, aún está pendiente la máxima contribución de la Corte para poner fin a la impunidad a través de un proceso judicial que evalúe de forma independiente, justa e imparcial la evidencia y determina culpabilidad o inocencia. En verdad, continuó Bensouda, “el proceso judicial de la CPI no puede suceder sin arrestos. Los sospechosos de Darfur siguen libres y no se han dado pasos significativos para aprehenderlos y traerlos ante la justicia”.
“Hoy estamos en la misma posición que en 2007”, dijo, tras la tan laureada remisión del caso del Consejo a la Corte y la emisión de órdenes de arresto contra Ahmad Harun, Ali Kushayband, y, consecuentemente, el Presidente al-Bashir, quien continúa viajando desafiando las órdenes, incluso a estados integrantes del Estatuto de Roma que fundó la Corte.
“Esto es sólo un mal reflejo del sistema de justicia internacional del cual la CPI es sólo una parte; sino que perjudica gravemente la credibilidad de esta Corte como instrumento de paz y seguridad internacional”, dijo Bensouda, añadiendo que es un gran momento para que el actual de safío de Sudán a las resoluciones del Consejo de Seguridad se encuentren con la acción decidida del Consejo.
“Las víctimas de Darfur acuden al Consejo en busca de respuestas a cuestiones críticas, -continuó-. ¿Durante cuánto tiempo más se sacrificará la legalidad y la responsabilidad en el altar de la conveniencia política? ¿Y cuánto sufrimiento deben soportar las víctimas de Darfur para que este Consejo actúe decididamente sobre la situación en Darfur?”.
Guiando la Atención del Consejo hacia otro tema importante, dijo que las recientes alegaciones de que los informes de la Fuerza de Paz Conjunta de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Africana (UA) en Darfur, UNAMID, han sido objeto de manipulaciones con la intención de cubrir crímenes cometidos por el Gobierno de Sudán, “deberían ser una preocupación para todos nosotros”.
Estas alegaciones exigen una investigación meticulosa, independiente y pública, dijo Bensouda, apuntando que aunque la responsabilidad de la manipulación puede recaer sobre un puñado de individuos, impugna la credibilidad de la misión en su conjunto y priva a quienes defienden la paz y la justicia de una herramienta esencial para evaluar la siempre cambiante situación en Darfur.
“Las víctimas en Darfur y los cascos azules que han sacrificado sus vidas merecen algo mejor. Todos lo merecemos”, declaró la fiscal, expresando la esperanza de que el Consejo y la ONU más amplia tome pasos inmediatos y concretos para establecer los hechos completos y tomar medidas apropiadas si las alegaciones resultan fundadas.
En cuanto a la situación actual en el terreno en Darfur, Bensouda expresó su “profunda preocupación” por el incremento de la violencia y el inmenso número de personas que siguen refugiadas y desplazadas de sus hogares. “Igualmente, deploro las crecientes restricciones para quienes intenta ayudar a los desplazados… la deliberada obstrucción de la ayuda humanitaria debe acabar”.
Igualmente preocupante resultan los patrones actuales de bombardeos aéreos y ataques armados sobre la población civil por parte de milicias janjaweed y, “en particular, la participación de la más nueva replicación janjaweed, las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), liderada por Mohamed Hamdan”.
“Es particularmente inquietante que en febrero de este año, las Fuerzas de Apoyo Rápido cambiaran sus operaciones de Kordofan Norte a Darfur”, apuntó Bensouda, destacando que los indicadores factuales de su oficina parecen ilustrar un patrón similar de ataques indiscriminados y desproporcionados contra la población civil por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido. En todos los ataques informados, los crímenes contra la población civil fueron cometidos supuestamente desde finales de febrero en adelante, coincidiendo con el despliegue de las FAR en Darfur.
Sobre todo, la fiscal Fatou Bensouda exigió un cambio radical en el abordaje del Consejo al arresto de los sospechosos darfuríes, especialmente porque el Gobierno de Sudán “ha fracasado consistentemente” en desarrollar su responsabilidad primaria para implementar las órdenes de arresto pendientes. “Creo que los esfuerzos coordinados para promover la cooperación con la corte pueden llenar esta brecha”, dijo instando a los Estados y al Consejo a encontrar formas creativas de apoyar a “quienes, entre ellos, puedan ser los más vulnerables” para visitas planificadas por el Presidente al-Bashir u otros acusados.