El artículo pretende explicar las políticas exteriores chinas respecto del conflicto de Darfur entre 2003 y 2009. Según el autor, la complejidad del conflicto en sí mismo y la presión de la comunidad internacional influencia a China para modificar su política exterior para Darfur. El autor observa un cambio gradual en las política exteriores chinas que pasaron de apoyar la posición de Jartum en la etapa inicial del conflicto a expresar preocupación al Gobierno de Sudán sobre el deterioro de la situación y a la presión directa sobre Sudán para que coopere con la comunidad internacional.
El autor argumenta que a pesar de las críticas de los movimientos armados de resistencia en Sudán y Occidente a los lazos cercanos entre China y Sudán y al interés de China por el petróleo, China ha sido el apoyo de una resolución política por medio de negociaciones que incluyeron a todas las partes involucradas. Esencialmente, el autor cree que, como nuevo poder en surgimiento, China intenta ser un agente responsable en el tema de la paz y la seguridad.

Comentario: Nuch Supavanich. Traducción: DV.